Nuestra zona segura nos lleva a lo conocido, a lo familiar, a lo que sabemos está correcto y socialmente permitido, por lo que perdemos de vista esos pequeños actos que nos liberan de nosotras mismas, que, aunque no signifiquen mover una montaña, hablan de una cuidada exageración que rompe parámetros y libera la mente. ¡Todo un acto de osadía!
Suena complicado, ¿no?. Pero no lo es. Toda esta situación de aceptación social y lo que es más importante aún, de auto aceptación, se traslada directamente a nuestra ropa y accesorios. El día que te sientes regia no temes apretarte un poco más de lo normal, el día que te sientes deprimida vas por ropa de colores oscuros y holgada, cuando estás felíz eres un solo de colores vivos y alegres que se complementan con esa chispa especial que seguramente tienen tus ojos. Finalmente, todo se refleja en qué nos ponemos y cómo nos vemos.
Lo primero es tener en claro que los colores neutros como el negro, marrón y beige van perfectamente con los colores de acento como el verde, fucsia y rojo. Por ejemplo:
Los tonos plata están muy de moda y combinan de maravilla con el negro.
Los tonos plata están muy de moda y combinan de maravilla con el negro.
El azul, aunque muchas no lo crean, va también muy bien con el negro:
Ni qué decir del celeste. Esta cartera negra luce fabulosa y súper chic con estas sandalias de tacón delgado.
Si bien es cierto que combinar tonos neutrales con colores brillantes es una excelente idea, los neutros también combinan entre sí:
Ese beige caramelo de la cartera que vimos arriba se repite en estas gladiadoras y es una estupenda manera de acompañar una cartera roja
Otro ejemplo de neutros con acentos es este. ¿Te imaginas qué divino se vería esta la propuesta siguiente con una vestido blanco y vaporoso?
¿Qué les parecieron estas ideas? ¿Se animan a no combinar zapatos con carteras?
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